Universidad de Chile
Departamento de Educación
“BARRIO NORTE DE LA COMUNA DE PROVIDENCIA; AL OTRO LADO DE LA RIVERA DEL RÍO”
“Cuando divisé el río sentí una clara impresión de libertad. Me puse a mirar hacia abajo, afirmado en una de la barandillas del puente. Varios pelusas jugaban al caballito de bronce. Uno de ellos de alzó la mirada y me reconoció”
Alfredo Gómez Morel “El Río”
Alumna: Claudia Jara
Curso : Pedagogía Social
A modo de reseña
“Fue el 25 de Febrero de 1897 cuando el entonces Presidente don Federico Errázurriz Echaurren decretó la división de la Comuna de Ñuñoa, creando así una nueva Comuna en el oriente de Santiago. Providencia era entonces un incipiente poblado de 5.000 habitantes.
La existencia del Convento de "Las Monjas de la Providencia", ubicado en la acera sur del principal camino, motivó que los habitantes llamaran esa vía el "Callejón de la Providencia", dando origen al nombre de la Comuna.
Los comienzos de Providencia fueron precarios: no existía luz eléctrica, escuelas ni edificio municipal.
El año 1910 trajo consigo importantes adelantos: abre sus puertas el liceo José Victorino Lastarria, se decreta como obligación el pago de patente a la vehículos y se dictan además, las primeras ordenanzas de tránsito.
Con los ingresos provenientes de estos impuestos y de los nuevos avalúos de la época, comienza una era de gran progreso: se empiedran las calles, se construyen veredas y se colocan lámparas a gas.
Ocho años después se instala la luz eléctrica, se dividen los fundos y chacras, formándose pequeñas quintas con huertos frutales en el barrio Manuel Montt y Salvador, donde llegan las primeras familias de Santiago.
En 1925 se urbaniza el fundo Los Leones, que comprendía todo el sector entre Pedro de Valdivia y el canal San Carlos. También en esos años se efectúan los trabajos de relleno del río Mapocho, lo que permite formar la Avenida Costanera y el Parque Balmaceda.
Se inicia así un período de progreso y desarrollo de la nueva Comuna de Providencia”. (www.providencia.cl)
Es de esperar que cada pueblo, ciudad, comuna, localidad, etc. Se identifique con una historia fundacional particular y única, la que brinda además un cierto toque folklórico a la idiosincrasia local. Providencia no es la excepción .
Si bien es cierto, la comuna se encuentra liderando el ranking de ser una de las más lucrativas de todo el país, junto a otras de la zona oriente de la capital. Por lo mismo se hace difícil pensar que exista pobreza y marginalidad entre sus vecinos, más bien a todos aquellos que dicen vivir en dicha comuna se les tilda de “cuicos”, “burgueses” y en el peor de los casos hasta “fascistas”y este último calificativo no es fortuito, puesto que el poder político del municipio se encuentra liderado por partidos de la derecha, los que en el pasado fueron fervientes seguidores de Augusto Pinochet Ugarte.
Sin embargo existe una zona, la 13 para ser más específicos, que se ubica en el sector norte de la comuna, a la altura del metro Salvador, cruzando el puente del Arzobispo, puente, por lo demás, que alberga a un grupo de niños que viven en una caleta sobrellevando el día a día y el abandono junto al alero del tolueno y la poesía, la misma que hace años junto a los melancólicos sauces cobijo a familias completas las que en frágiles casuchas gruñían ante el ultimo rastrojo de comida en sus ollas.
Si damos vuelta la página y retrocedemos a la década de los setenta, el barrio norte de la comuna era además el hogar de una gran toma, adornada por carpas y medias aguas dejando a tras luz la faceta desconocida que se encontraba al otro lado del río Mapocho, mítico lugar, el que históricamente a simbolizado la división, si no social, de la ciudad. Erradicados los campamentos, ghetos no deseados ni legitimizados por los vecinos del otro lado de la rivera, se pensó, se mal pensó que la extirpe de la otra cara, del hermano guacho, aquel que solo apuntamos con el dedo, se había eliminado, pero cabizbajos, hacinados en conventillos y en casas a medio armar se encontraban los vecinos de la zona 13. Errabundos, casi hijos de la comuna de Recoleta, como si la madre Providencia no quisiera reconocer a los hijos no pertenecientes al canon social y como si quisiera dar en adopción a los que de alguna manera deshonraban su nombre y su aristocrática tradición, salieron estoicos ante el casi ejercicio de desprenderse del seno materno...
Hoy no que queda más que pensar que las autoridades de aquel entonces vaticinaron un buen augurio económico por concepto de patentes e impuestos de los locales que hoy representan lo que es en gran parte el barrio Bellavista (la otra parte pertenece a la comuna de Recoleta).
La comuna creció y sigue creciendo a pasos agigantados. Buenos colegios, barrios privilegiados, toda clase de servicios a la comunidad, las instalaciones públicas como lo son los consultorios de atención primaria tienen poco que envidiar a los centros privados. Centros culturales para todas las edades, universidades, tiendas comerciales, etc...Un casi infinito entretejido cultural, no resulta, entonces, casualidad haber contado entre sus vecinos a un Pablo Neruda o a un “Obsceno pájaro de la noche” como lo fue José Donoso. Cuento aparte resulta la estadía que tuvo Pablo de Rocka en el barrio, el que vivió exactamente en la esquina de Francisco Puelma con Bellavista, una vecina relata que en un arranque suicida, la mujer de nuestro otro gran poeta se lanzó a un canal que pasaba a un costado de su edificio, canal que hoy se encuentra tapizado y enlutado por un grueso féretro de cemento.
Se diría que no existe mejor lugar para vivir que Providencia, pero que hay de el otro lado del río, del lugar donde juegan los pelusas a la pelota y los cabros chicos suben al cerro en busca de alguna lagartija para cortarle la cola. Por que hay una cosa, que los vecinos de Francisco Puelma, Los Piñones, Pasohondo, Inés Matte Urrejola, pasaje Moller, pasaje Rebeca Matte, etc... no han olvidado, de que son una gran familia de vecinos, que aman su barrio y cual prócer no lo abandonarían jamás sino hasta la muerte.
Generaciones han pasado, las costuras familiares son conocidas por todos y a la hora de enfermarse un vecino el síntoma ataca a la cuadra completa. Se han construido edificios nuevos, pocos, pero los hay, se teme por un posible ensanche de las calles principales como los son Santa María y Bellavista, pero ante el resquemor de los vecinos el municipio ha aplazado por años la medida.
El sector 13 es pequeño, sus habitantes no superan los quinientos, pero diría que más de un cincuenta por ciento de éste se conoce entre sí. Son familias humildes, en su mayoría obreros y muy pocos profesionales, claro que ya las terceras generaciones han tenido mas acceso a la educación superior, las fachadas han cambiado su rostro , sometidas a la imposición de la modernidad citadina.
La ayuda asistencial por parte del municipio se hace patente, desde becas escolares para aquellos alumnos más aventajados, hasta canastas familiares y regalos navideños para todos los niños sin distinción social ni económica. Pero que menos se puede esperar de una comuna que por concepto de impuestos y patentes es “una bendición que nos da ventaja hasta que nos falta” (Ambrose Bierce, 2005).
Los vecinos están contentos tienen su feria, la que cada jueves y domingo sirve de centro de intercambio social entre aquellas dueñas de casa que no tienen sino otro lugar para desahogar sus penas o regocijarse por la buena nueva de algún familiar. Tenemos plaza, pequeña, pero por lo menos sirve para los fines. Sin olvidar a nuestros vecinos mediáticos, los que a veces, en nuestros peores sueños nos hacen pensar que nos encontramos inmersos en un mar de estrellas de televisión que para el caso del barrio no son más que gotas caídas al río.
En fin, es un barrio después de todo, añejo, pero con olor a margaritas cada vez que sacamos a nuestros canes a su infaltable paseo nocturno, porque a decir verdad hasta ellos has socializado con sus pares caninos.
La construcción de una casi identidad barrial se ha fortalecido con el pasar de los años. Una mujer de 76 años, que lleva viviendo 40 años en el sector, cuenta que ella se siente parte de este lado del río y por lo tanto se identifica con aquellos vecinos que comparten sus mismas ideas y sentimientos, sentimiento que alberga miedos y discriminación por parte de las autoridades municipales ( resulta más lucrativo ensanchar Bellavista y derribar los antiguos edificios, con el fin de transformar el espacio en un lugar más comercial), Duran (1968) nos cuenta que los imaginarios sociales son el conjunto de imágenes que constituyen el capital pensado del ser humano desde el cual el individuo establece relaciones con otros individuos y con el espacio.
Como antes señalé la acción cultural está presenta en todos los rincones de la comuna y el sector 13 no esta exenta de la mano creadora. Para el desarrollo del trabajo en cuestión, se han elegido dos lugares para ocupar el escenario en lo sucesivo del relato. En primer lugar se encuentra el Centro Cultural Montecarmelo el que con su hermosa y antigua infraestructura da un toque histórico al barrio, luego tenemos la experiencia colectiva de un grupo de madres estudiantes quienes vieron concretados sus sueños en la creación de un guardería de educación no formal, con tintes libertarios, llamada Guardería Educativa Mundo Karmínico. En ambos casos se recogió la información acudiendo directamente a las fuentes (la que se encuentra registrada de manera escrita y visual; fotografías y video documental), el resto nace de la experiencia de quien les escribe y de bibliografía complementaria.
Centro Cultural Montecarmelo ex colegio Teresiano de San José
“El 16 de junio de 1991, la Municipalidad de Providencia, entrega el inmueble ubicado en Bellavista 0594, a la Corporación Cultural de Providencia para que desde ese lugar fomentara y difundiera manifestaciones de carácter artístico y cultural. Su dependencia directiva y administrativa es coordinada por el Instituto Cultural de Providencia.
Con el objeto de resaltar la presencia de este inmueble, que data desde fines del siglo XIX, y que fuera el Convento de Claustro de las Monjas Carmelitas de Santa Teresa, ubicado en terrenos que pertenecieron durante el siglo XIX al molino El Rosario, algunos vestigios de este importante molino fueron rescatados durante una reciente remodelación del espacio urbano se crea, enfrentando a Montecarmelo-Providencia la plaza El Molino con lo que se realza el entorno que rodea al recinto.
Con el fin de insertar a Montecarmelo-Providencia en la estructura corporativa dirigida desde el Instituto Cultural de Providencia, a partir del año 2003, se hacen fuertes cambios y modificaciones estructurales que, devolviéndole el valor patrimonial, lo deja en condiciones inmejorables para el desarrollo de actividades plásticas de primer nivel, conciertos de cámara como lo es la Temporada de Cámara Federico Heinlein, la Escuela de Teatro dirigida por Nelly Meruane y diversos cursos tendientes a la formación artística. Desde 2003 el nombre que identifica a ese importante inmueble del barrio Bellavista es Montecarmelo-Providencia.
La capilla que caracteriza a Montecarmelo-Providencia y que hoy lleva el nombre de sala Federico Heinlein, se inauguró en el año 1887. Junto a ello, destacan los tres elementos principales de este conjunto de carácter colonial que sumados a la Iglesia, se agrega el corredor principal y un gran patio adoquinado, que es más angosto en la puerta de entrada ensanchándose al interior, abarcando toda la fachada lateral de la capilla, lo que es considerado un acierto arquitectónico. El conjunto se organiza en torno al corredor del patio principal donde se destacan sus pilares y vigas de madera que le dan la direccionalidad correspondiente. En este corredor se encuentran las salas Sylvia Piñeiro y Bob Borowicz.”(www.proviarte.cl)
Cabe señalar, que el acto fundacional de las diversas instituciones de la comuna resulten ser un tanto míticas y hasta falseadoras de la realidad. Si mal no recuerdo el convento de las carmelitas en sus inicios sirvió de escuela básica para todos los niños del sector, algo así como un colegio subvencionado, pero que no esta de demás decir que el aporte otorgado por cada apoderado era mínimo.
Recuerdo que los mejores momentos de mi infancia los viví allí, junto a la madre Josefina y los lindos alelíes que mi madre me obligaba a llevar cada mes de noviembre para celebrar el mes de María. Los patios eran enormes y no faltaban las quermeses bailables para jugar a la botella o al semáforo. El aserrín era infaltable en los día de lluvia y la leche chocolatada con cáscara de naranja era siempre bienvenida, aunque los tirones de patillas de la madre Rosa causaban más de una lágrima en nuestra mejillas pasadas a membrillo. Amábamos las guindas del huerto de las monjas y los concursos de canto para lucirse con una canción de Mazapán. Atrás han quedado los recuerdos de aquella escuela católica, pero lo que si es cierto, es que muchos de los que hoy habitamos la zona 13 fuimos testigos de aquellos días en la escuela Teresiana de San José.
El convento de las carmelitas era hermoso, además era uno de los monumentos más antiguos de la comuna, motivo por el cual fue nombrado patrimonio cultural, sin embargo la existencia de la escuela debía llegar a su fin, trasladando el artefacto educativo a la comuna de San Bernardo. Muchos quedamos sin escuela y sin historia. El establecimiento quedo en manos de la Corporación Cultural de Providencia, para ser lo que es hoy en día ,”Centro Cultural Montecarmelo”, nombre que hace alusión al homónimo de la calle que cruza su costado.
Las antiguas salas de clases hoy son galerías de arte. Los pasillos antes decorados por diarios murales y una que otra fotografía de carácter religioso, sirven hoy de espacio para informar la cartelera cultural del centro. Resulta curioso la dicotomía entre la utilización pasada y actual que se le asigna al medio. La comicidad en tiempos de la escuela era relegada al ámbito de las celebraciones temporales en el marco de las actividades escolares, no así las de tipo litúrgicas, quienes cobraban protagonismo a diario. Según Bajtin (1987,1988) los ritos y espectáculos organizados a la manera cómica, presentan una diferencia notable, una diferencia de principio, podríamos decir, con las formas del culto y las ceremonias oficiales serias de la Iglesia. En la actualidad no existe diferenciación alguna frente al tipo de espectáculo que se presenta en el centro, es más, el lugar que antiguamente se utilizaba como altar, es hoy una pantalla de cine, por donde han desfilado innumerables escenas que muestran más que un hombro femenino al descubierto. El centro resulta atractivo para los vecinos del barrio, dada la gratuidad de la mayoría de sus actividades. Ciclos de cine, conciertos de música clásica, jazz, obras de teatro, exposiciones e intervenciones artísticas, etc., conforman el abanico cultural que el centro Cultural Montecarmelo otorga a sus vecinos. Aunque en el inconsciente colectivo queda aún presente el viejo convento que vio desfilar a medio barrio, entre ramos de romero y...
Historia de la Guardería Educativa Mundo Karmínico
Como una iniciativa de un grupo de madres estudiantes de la UAHC, nace la guardería en el año 2003, con el fin de solucionar los problemas de continuidad de estudios, ya que en la mayoría de los casos las madres deben interrumpir sus actividades académicas en la necesidad de cuidar a sus hijos. De esta manera se elabora un proyecto, el que consiste básicamente de la implementación en el espacio universitario, de una guardería para los hijos de la estudiantes. Sin embargo, por la alta responsabilidad que significa el cuidado de niños, las autoridades de la UAHC, aprueban el proyecto, pero con la condición de levantarlo fuera del recinto universitario.
Mujeres viviendo una misma problemática crean el colectivo Mundo Karmínico , el cual se inserta en la contingencia política, cultural y social del país, además de participar en diversas actividades en pro de los derechos de las mujeres.
Fue así como se implementa la guardería en las inmediaciones de la universidad, en calle del Arzobispo 0625, comuna de Providencia, la que gracias al aporte DAE de la universidad se logra arrendar una linda casa. En conjunto con los estudiantes de la UAHC, se recolectan fondos, materiales y un grupo de voluntarios para realizar talleres a los pequeños.
Los beneficiaros en su mayoría son estudiantes y sus hijos, poco a poco se fueron sumando madres de la Universidad de Chile y de la UTEM, ya que uno de los objetivos principales era que la guardería fuese útil para todo aquel que la necesitase, incluso son aceptados niños de los barrios cercanos a la casa donde funciona el proyecto, concretamente los vecinos de la zona 13.
Dentro de los objetivos de la guardería, se busca la pluralidad de ideas e iniciativas culturales, artísticas, educativas, que ayuden a fomentar la autonomía de los niños, en una sociedad cada vez más individualista y globalizada. Además de crear un establecimiento con ciertas características que pueda solucionar en una primera instancia el que los niños tengan acceso a la educación, sea esta formal (según los programas educativos del gobierno de Chile) o informal. Sean estos con base en la educación popular libertaria u otras de carácter alternativo. Como la de Ferrer Guardia, modelo educativo que tomó en una primera instancia la Guardería Mundo Karmínico.
La guardería pasa de ésta manera a ser el primer centro educativo, sin fines de lucro, que ayude a consolidar parte de la socialización primaria en los niños a nivel preescolar , como así también la socialización secundaria, puesto que la guardería funciona además como centro cultural para realizar talleres para los padres de los niños como también para la comunidad del barrio.
En materia de educación se buscó ayuda en los referentes de educación popular y libertaria, como antes señalamos, poniendo en énfasis las enseñanzas del pedagogo Paulo Freire. La ayuda, en este caso, viene desde el sector privado (Universidad de Humanismo Cristiano) y de la autogestión de sus integrantes.
Entre otras cosas, la guardería cumple un rol más social y comunitario entre su comunidad, privilegiando las necesidades de fortalecer los lazos de afectividad entre madre e hijo, es por eso que se dio énfasis a la continuidad de la lactancia, motivo por el cual las madres que aún amamantaban tenía horario libre para entrar y salir de la guardería, como así también, los horarios eran flexibles, de acuerdo al calendario académico de cada madre y padre. Por otro lado se implementó la modalidad de turnos voluntarios, con el fin de fortalecer el lazo afectivo entre el niño y sus padres, y en algunos casos con sus abuelos, los que siempre son bienvenidos.
Toda estudiante tiene plenos derechos a la hora de asistir a ver a su hijo durante el día, las que además ayudan en el aseo de la casa y planificación de actividades. Durante la jornada diaria se realizan diversas actividades y talleres artísticos, los que son realizados por los mismos padres y madres, además de personal voluntario proveniente de distintas universidades.
El proyecto educativo de la Guardería es realizado por toda la comunidad perteneciente a la iniciativa escolar. Se realizan reuniones mensuales, con tales fines, además de la creación de comités clasificados según áreas. Cada persona se encarga de recolectar material educativo, acorde con la línea del establecimiento, se privilegian aquellos que fortalecieran las relaciones interpersonales de los niños, como también valores de tolerancia, respeto por el prójimo y por sobre todo crear autonomía en los educandos. Se trata de potenciar la capacitación de los padres, por parte de aquellos que estuviesen más informados y tuviesen estudios pedagógicos.
Se logró sacar personalidad jurídica y el reconocimiento de la Municipalidad de Providencia, otorgando patente exenta de pago, además de apoyo jurídico.
La guardería también servía para ser utilizada los fines de semanas, con el fin de realizar actividades para la autogestión del proyecto, Como también realizar talleres destinados a las madres y padres (yoga, capoeria, macrame, etc.) y muchas otras para celebrar los cumpleaños de los niños. Era también la sede de reunión del colectivo Mundo Karmínico como también de otros con tinte libertario y anarquista. Se implemento además una sala para hacer serigrafía y poder así difundir las ideas de los distintos colectivos.
Los niños a diario son llevados al parque Balmaceda y a una plaza de juegos cerca del establecimiento, como también realizan visitas a museos, zoológicos, y a lugares típicos como ferias de frutas y verduras, además se cuenta con la colaboración de la comunidad , por lo que tienen acceso a las llaves del cerro.
Reciben el apoyo de varios colectivos culturales, como por ejemplo el colectivo Arma tu Cabeza, los que realizaron hermosos murales en los patios de la casa, además ayudaron en la autogestión del proyecto, organizando tokatas, recitales de poesía, etc. Hoy en día la guardería funciona con unos 20 niños, los que gracias a la perseverancia de un grupo de estudiantes pueden ver a sus madres felices terminando sus estudios. Cabe señalar que el escenario social, donde nació el proyecto de la guardería es muy variado, encontrando madres provenientes de comunas adineradas, como otras de escasos recursos, de esa manera se potencio la integración de todos los niños, sin discriminar su procedencia.
lunes, 16 de abril de 2007
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3 comentarios:
Pucha Claudia, nada que decir pues, me encanto tu informe, y sobre todo la redaccion que tienes y un toque como tan dinamico que le das a tu escritura que hace imposible dejar de leerla hasta llegar al final, de verdad lo encuentro muy completo, claro y detallista, ojo que los detalles lo hacen ser mas atractivo y no aburren como puede ocurrir en algunos casos, nada mas pues, un 7......
Carol Bastias Jara
Claudia, esa facilidad para la escritura que tienes es fenomenal, logra que te sientas identificado con el tema, eres exacta y dinamica, logras emocionar a la gente que te lee,logras conectarme e imaginarme el barrio, las descripciones son hechas con emocion, las cuales transmites. Aunque se que no se puede repetir con lo anterior, no me queda mas que felicitarte, es un trabajo que logra compenetrarnos con el barrio norte de la comuna de providencia...
Yenifer Quijada J.
El trabajo realizado por Claudia tiene una perspectiva muy agradable, distinta, con un relato muy explicativo que hace fácil la lectura, considerando obviamente su redacción impecable.
Con respecto al tema, lo encontré completo, y muy interesante, al ser habitante de otra comuna, siento una admiración hacia el barrio de providencia, sobretodo el barrio que describe Claudia, y al contar con este relato, me dí cuenta de muchas cosas que pasan desapersividas para una transeunte. Es sabido que la comuna de Providencia casi no tiene, si es que no tiene indices de pobreza o de indigencia, y es por esto que lo que Claudia relata sobre este barrio 13 es nuevo para mi.
Es sabido que esta comuna es mayoritariamente de adultos mayores, y este barrio en especial también lo es, siempre con el miedo de que la mdernización llegue a sus puertas y los desaloje de toda una historia barrial, uno de sus mayores encantos.
La exposición del trabajo esta muy bien hecho, se cumple el objetivo de describir y analizar el barrio.
Fleicitaciones.
Carmen Gallardo Collins
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